Un buen amigo me pidió que le hiciera la invitación de boda allá por 2011. Accedí y desde entonces ya he hecho unas cuantas. Cada una con su intrahistoria y su estilo. Os muestro unas de las más interesantes.
Esta fue la primera que hice. Ella parisina y él de Vitoria. ¿Qué mejor manera de ilustrar las dos ciudades con sus skylines? Me gustó mucho la idea, y ha sido un recurso que, como veréis, he usado en más de una ocasión.
Después me encargaron esta otra:
Cambiando un poco de estilo, curiosa invitación para una boda celebrada en viernes 13:
De la siguiente, destaco el trabajo e ilusión de dibujar partes emblemáticas de Vitoria. No lo había hecho nunca antes y me gustó el resultado.